Como dice mi hermana, efectivamente, los Castañales era una zona fronteriza entre Canales y La Magdalena y casi equidistante del Barrio de Arriba como de las Casas Baratas puntos muy alejados para un chaval en aquellos tiempos en que hacías tu vida en zonas cercanas, en que descubrías unos mundos casi misteriosos y apasionantes por lo diferentes al resto, como era la fragua de Quico y Tino Viñayo, con su mezcla de fuego y agua, con el martilleo en el hierro y la carpintería de los carros. Pero si de verdad había por allí un parque de atracciones completísimo, ese era el molino de Quico. Tenías toda clase de animales: vacas, gallinas, conejos, palomas, caballo, un perrazo enorme. Después toda la maquinaria del molino, de la sierra, de la fábrica de luz, las pozas para bañarte, las truchas que se veían por todas las partes, etc. Fueron muchas horas, pero muchas, las que pasé allí en compañía de Victorino, mi hermano Jose y también Herminio el del practicante. Vamos, los del barrio.
Un saludo.
Juan
Un saludo.
Juan