Padre nuestro pequeñín, tu que estás en la tronera
con los ojos de cristal y la chifla de madera.
Ciruelo te criaste,
en mi huerto te conocí,
que los milagros que tu hagas,
que me los cuenten a mí.
La mujer del boticario cagó encima del mostrador,
bajó el boticario y dijo: "ya tenemos alcanfor".
Madres que tenéis hijas,
guardarlas debajo el manto,
que hay mucho gabilucho suelto,
con ganas de juerga y canto.
Y era techador y era de Ancares.
Y si pican barada y si no, pues nada.
Ay San Antonio bendito,
que milagro celebraste,
con el parto de una cabra,
en casa el abuelo el sastre.
(Letanía del Abuelo Rosales)
con los ojos de cristal y la chifla de madera.
Ciruelo te criaste,
en mi huerto te conocí,
que los milagros que tu hagas,
que me los cuenten a mí.
La mujer del boticario cagó encima del mostrador,
bajó el boticario y dijo: "ya tenemos alcanfor".
Madres que tenéis hijas,
guardarlas debajo el manto,
que hay mucho gabilucho suelto,
con ganas de juerga y canto.
Y era techador y era de Ancares.
Y si pican barada y si no, pues nada.
Ay San Antonio bendito,
que milagro celebraste,
con el parto de una cabra,
en casa el abuelo el sastre.
(Letanía del Abuelo Rosales)