Yoli, que vista más preciosa, se ve el palomar que ya no recuerdo de quien era, la casa del cura, la del practicante, la calle de los Balcones, Somata y el Cantico, mirando el monte... recuerdo las veces que fui con mi abuelo Jesús que también tenía una tierra detrás del cementerio y cuando se recogía el trigo, también la fuente del Carbayo. Nunca se me olvidará una vez que me mandaron a buscar agua y se tenía que quitar una losa y al quitarla para llenar el botijo, nunca había visto un sapo tan grade en mi vida y la verdad que ha sido el único.