Bueno voy a continuar aclarando los puntos que todavía están entre tinieblas sobre la trágica noche en que murió nuestro Lucerito y dar por terminada esta aclaración. Siguiendo el hilo de lo comentado anteriormente:
En la Romería entran a tal velocidad que atropellan al pobre de Cribas. Se levanta con tal cabreo que la emprende a garrotazos con el primero que pilla que es Luis Ángel. Este, para defenderse, se mete en medio de la presa pues sabe que Cribas y el agua son incompatibles y se repelen como los polos magnéticos del mismo signo. En cuanto ve un hueco por donde escapar sin arriesgar el pellejo, corre detrás de los muchachos mientras Cribas queda vociferando, amenazando con la garrota y obstaculizando el paso al Sargento que ha estado a punto de trincar a un grupo de gente que lleva algo en un carro de mano.
El paso por la carpintería tampoco fue para tanto, sí es cierto que José Ángel salió embadurnado de grasa, pero nada más, el objetivo de terminar con el chirrido del carro fue alcanzado con éxito. El problema fue al pasar por donde Josefa que al caer aquellas jaulas de pollos se levantó una nube de plumas y plumón que se le pegaron a la grasa con lo que parecía la gallina Caponata. Siguieron a la carrera hacia Somata y al pasar por el puente del Reguerón, apoyado sobre la barandilla, echando medio cuerpo hacia fuera y en actitud de potar, se encuentran con Avelino. Lo que no queda claro es si a consecuencia de la velocidad que llevan o que alguien se quiere vengar (más bien lo segundo) lo cierto es que el mejor chofer de Transportes Omaña termina en el agua. Desorientado sube arroyo arriba y termina en Valdoreo. Otro tema aclarado.
En Matarredonda con los únicos con los que se encuentran son con Rosendo y Planín que habían estado vaciando unas jarras de Valdevimbre. De cara a un muro y desbebiendo lo bebido anteriormente mantenían una conversación que iba “en crescendo”:
-Hai que saber mexalo.
-Meca, con lo que yo tengo corriu. Tú a mí que vas a enseñame, oveya.
- ¿Qué me llamaste? ho.
-Yo llámote como me da la gana.
- ¡Mecagonla! No me provoques que no toy de humor..... Y etc. etc. etc.
Y aquí sí, aquí es donde aparece Canor Sierra con la escopeta pues parece ser que los roces entre Planín y Rosendo son diarios a estas horas de la madrugada desde el día que trajo unos garrafones de Valdevimbre, y que lleva más de quince días sin poder pegar ojo, y que ya está bien que quiere descansar, y que con unos pocos de tiros esto lo arreglo yo.
La muchachada, al silbido de la sal, emprende veloz carrera, perdiendo José Ángel las pocas plumas que le quedaban después del encuentro con Codines. Cuando pasan a toda velocidad por el puente de Valdoreo se encuentran a Avelino retorciendo sus pantalones totalmente empapados. Como en el Reguerón, no sabemos si por la velocidad o porque alguien le empuja (casi seguro lo segundo) termina otra vez en el agua.
El final de esta aventura ya la sabemos. Quedan flecos que no coinciden con la realidad pero que no importa aclarar ahora mismo, pero que si alguien tiene interés o alguna duda no importa que se le aclaremos, bien por mi parte o por parte de alguno de los participantes en el sepelio.
Y si hubieran o hubiesen gentes que no se creyeran este sucedido, que le pregunten a nuestra querida Teresa que ella dirá toda la verdad.
En la Romería entran a tal velocidad que atropellan al pobre de Cribas. Se levanta con tal cabreo que la emprende a garrotazos con el primero que pilla que es Luis Ángel. Este, para defenderse, se mete en medio de la presa pues sabe que Cribas y el agua son incompatibles y se repelen como los polos magnéticos del mismo signo. En cuanto ve un hueco por donde escapar sin arriesgar el pellejo, corre detrás de los muchachos mientras Cribas queda vociferando, amenazando con la garrota y obstaculizando el paso al Sargento que ha estado a punto de trincar a un grupo de gente que lleva algo en un carro de mano.
El paso por la carpintería tampoco fue para tanto, sí es cierto que José Ángel salió embadurnado de grasa, pero nada más, el objetivo de terminar con el chirrido del carro fue alcanzado con éxito. El problema fue al pasar por donde Josefa que al caer aquellas jaulas de pollos se levantó una nube de plumas y plumón que se le pegaron a la grasa con lo que parecía la gallina Caponata. Siguieron a la carrera hacia Somata y al pasar por el puente del Reguerón, apoyado sobre la barandilla, echando medio cuerpo hacia fuera y en actitud de potar, se encuentran con Avelino. Lo que no queda claro es si a consecuencia de la velocidad que llevan o que alguien se quiere vengar (más bien lo segundo) lo cierto es que el mejor chofer de Transportes Omaña termina en el agua. Desorientado sube arroyo arriba y termina en Valdoreo. Otro tema aclarado.
En Matarredonda con los únicos con los que se encuentran son con Rosendo y Planín que habían estado vaciando unas jarras de Valdevimbre. De cara a un muro y desbebiendo lo bebido anteriormente mantenían una conversación que iba “en crescendo”:
-Hai que saber mexalo.
-Meca, con lo que yo tengo corriu. Tú a mí que vas a enseñame, oveya.
- ¿Qué me llamaste? ho.
-Yo llámote como me da la gana.
- ¡Mecagonla! No me provoques que no toy de humor..... Y etc. etc. etc.
Y aquí sí, aquí es donde aparece Canor Sierra con la escopeta pues parece ser que los roces entre Planín y Rosendo son diarios a estas horas de la madrugada desde el día que trajo unos garrafones de Valdevimbre, y que lleva más de quince días sin poder pegar ojo, y que ya está bien que quiere descansar, y que con unos pocos de tiros esto lo arreglo yo.
La muchachada, al silbido de la sal, emprende veloz carrera, perdiendo José Ángel las pocas plumas que le quedaban después del encuentro con Codines. Cuando pasan a toda velocidad por el puente de Valdoreo se encuentran a Avelino retorciendo sus pantalones totalmente empapados. Como en el Reguerón, no sabemos si por la velocidad o porque alguien le empuja (casi seguro lo segundo) termina otra vez en el agua.
El final de esta aventura ya la sabemos. Quedan flecos que no coinciden con la realidad pero que no importa aclarar ahora mismo, pero que si alguien tiene interés o alguna duda no importa que se le aclaremos, bien por mi parte o por parte de alguno de los participantes en el sepelio.
Y si hubieran o hubiesen gentes que no se creyeran este sucedido, que le pregunten a nuestra querida Teresa que ella dirá toda la verdad.
Juan, quedas nombrado Cronista Oficial del Calecho, querido amigo. Es que no se te escapa una. Mira que acordarte de Planín y Rosendo............. eres de lo que no hay. Un fuerte abrazo, camarada.
Presi quien era Rosendo que desde que lei a Juan esta tarde e intentado recordar y no se quien era