Hoy hace frio en el calecho. Ni el mejor roble de la Mata Grande logra caldear el ambiente. Se ha ido una amiga de este lugar de encuentro. Pero al caer la noche y encenderse el primer lucero fue la señal que indica que comenzó otro calecho allá arriba. Un calecho de bienvenida que le darán Lupe y Marciano, sus vecinos María y el Capitán, y tantos, tantos amigos y familiares que nos han precedido en este nuestro camino. Un recuerdo para todos.
Este es un calecho que siente, que rie, que se entristece con dolores así, en resumen, un calecho que está vivo, que nos ha unido a todos desde diferentes lugares del mundo y con un solo sentimiento: Canales. Y cuando un canaliego se va nos duele profundamente.
Este es un calecho que siente, que rie, que se entristece con dolores así, en resumen, un calecho que está vivo, que nos ha unido a todos desde diferentes lugares del mundo y con un solo sentimiento: Canales. Y cuando un canaliego se va nos duele profundamente.
Muy emotivo, Juan. Que razón tienes, cuando un paisano/a se va, algo nos tira que duele. Las raices de Canales las llevamos con nosotros. Un abrazo.