A las ocho y media cuando venía hacía casa en el paso de peatones de Guzmán cruzaba una chica justamente a mi altura y pegó un resbalón que casi se va al suelo. Yo voy a intentar cogerla en el aire y casi me caigo yo. Nos quedamos riéndonos los dos y parte del personal que esperaba en los coches a que se abriera el semáforo.