LAGRIMAS
El viento silva. La nieve cae golpeando continuamente los cristales. Dentro de la casa el fuego crepita y lanza llamas rojas hacia la chimenea. La mujer, sentada en la mecedora, mira el fuego sin ver; su pensamiento esta muy lejos. El perro, su único compañero en las largas noches, dormita al calor del hogar. Una lagrima cae de sus ojos apagados y llega a la boca; al notar su sabor salado, la mujer despierta de la duermevela y se pregunta: “ ¿Por qué estas lagrimas? ¿Quizás soledad?.... No…Siempre me gusto…Quizás el recuerdo de otras lagrimas en otra noche de invierno.
Se pone a recordar y se detiene en el tiempo lejano de su niñez. Una niña pequeña se despierta. Es media noche. No sabe por que, tiene la sensación de que alguien la necesita. Baja de la cama y con precaución para no despertar a los demás, se desliza por el pasillo y se dirige a la cocina donde la luz se filtra a través de la puerta entornada.
Asoma su nariz respingona y observa a una persona muy querida para ella en total abandono: los hombros caídos, las manos con un ligero temblor y la cara surcada de lágrimas que caen de sus ojos, que en estos momentos parecen ausentes. En su garganta intenta retener un nombre; no lo consigue y en un susurro, se le escapa: “Papa”.
El hombre gira su cara sorprendida hacia la puerta y forzando una sonrisa, con voz ronca dice:
- ¿Que haces aquí?... Pasa..
Se fija en los pies descalzos de la pequeña y la riñe con cariño. Después añade:
-Tengo que dejar de fumar; hasta el humo me entra en los ojos y me hace llorar como un niño
Con mano temblorosa, vuelve a encender el cigarro, que hace tiempo se había apagado en el cenicero.
-Anda, vete a la cama, que mañana tu madre te tendrá que sacar a la carrera, como todos los días.
La pequeña se acerca, haciéndose la remolona, pues necesita quedarse allí. El hombre le da un beso y la lleva hacia la puerta. En la cama no puede dormir. Le da vueltas y vueltas a la escena que acaba de contemplar y no la entiende.
“Por qué lloraba”…. ¿Tiene miedo del trabajo?.... No, creo que no. Siempre le ha visto venir bromeando con sus compañeros…..”
“Quizás piense que mama trabaja mucho para hacer maravillas con el poco dinero que el gana, dando de comer a todos y cuando nos acostamos, lavando la ropa para el día siguiente. Como ella dice: la ropa no será nueva, pero cuidándola y estando limpia parece otra…Seguro que esto tampoco es, pues mama nunca se queja…….”
“Puede que se sienta solo, que piense que nadie lo quiere, como cuando el llega del trabajo, nosotros ya hemos cenado y tenemos los deberes hechos, le damos un beso y nos vamos a la cama…. Pero eso tampoco debe ser, pues yo he oído decirle muchas veces a mama: Anda deja eso, que hoy ya has hecho bastante y mañana tendrás que empezar de nuevo...”
Mamá le pregunta:
- ¿Vendrás pronto?
Y él contesta:
-Sí, ahora: voy a fumarme el último cigarro.
“Ya sé por qué lloraba. Con el ultimo cigarro, le entro el humo en los ojos: no cabe otra explicación”
Con la tranquilidad que da saber las cosas, se va quedando dormida y unas lágrimas brotan de sus ojos cerrados.
Lagrimas de mujer. Lagrimas de hombre. Lagrimas de niña. Todas tienen el mismo sabor: saladas.
M.. BLANCO
El viento silva. La nieve cae golpeando continuamente los cristales. Dentro de la casa el fuego crepita y lanza llamas rojas hacia la chimenea. La mujer, sentada en la mecedora, mira el fuego sin ver; su pensamiento esta muy lejos. El perro, su único compañero en las largas noches, dormita al calor del hogar. Una lagrima cae de sus ojos apagados y llega a la boca; al notar su sabor salado, la mujer despierta de la duermevela y se pregunta: “ ¿Por qué estas lagrimas? ¿Quizás soledad?.... No…Siempre me gusto…Quizás el recuerdo de otras lagrimas en otra noche de invierno.
Se pone a recordar y se detiene en el tiempo lejano de su niñez. Una niña pequeña se despierta. Es media noche. No sabe por que, tiene la sensación de que alguien la necesita. Baja de la cama y con precaución para no despertar a los demás, se desliza por el pasillo y se dirige a la cocina donde la luz se filtra a través de la puerta entornada.
Asoma su nariz respingona y observa a una persona muy querida para ella en total abandono: los hombros caídos, las manos con un ligero temblor y la cara surcada de lágrimas que caen de sus ojos, que en estos momentos parecen ausentes. En su garganta intenta retener un nombre; no lo consigue y en un susurro, se le escapa: “Papa”.
El hombre gira su cara sorprendida hacia la puerta y forzando una sonrisa, con voz ronca dice:
- ¿Que haces aquí?... Pasa..
Se fija en los pies descalzos de la pequeña y la riñe con cariño. Después añade:
-Tengo que dejar de fumar; hasta el humo me entra en los ojos y me hace llorar como un niño
Con mano temblorosa, vuelve a encender el cigarro, que hace tiempo se había apagado en el cenicero.
-Anda, vete a la cama, que mañana tu madre te tendrá que sacar a la carrera, como todos los días.
La pequeña se acerca, haciéndose la remolona, pues necesita quedarse allí. El hombre le da un beso y la lleva hacia la puerta. En la cama no puede dormir. Le da vueltas y vueltas a la escena que acaba de contemplar y no la entiende.
“Por qué lloraba”…. ¿Tiene miedo del trabajo?.... No, creo que no. Siempre le ha visto venir bromeando con sus compañeros…..”
“Quizás piense que mama trabaja mucho para hacer maravillas con el poco dinero que el gana, dando de comer a todos y cuando nos acostamos, lavando la ropa para el día siguiente. Como ella dice: la ropa no será nueva, pero cuidándola y estando limpia parece otra…Seguro que esto tampoco es, pues mama nunca se queja…….”
“Puede que se sienta solo, que piense que nadie lo quiere, como cuando el llega del trabajo, nosotros ya hemos cenado y tenemos los deberes hechos, le damos un beso y nos vamos a la cama…. Pero eso tampoco debe ser, pues yo he oído decirle muchas veces a mama: Anda deja eso, que hoy ya has hecho bastante y mañana tendrás que empezar de nuevo...”
Mamá le pregunta:
- ¿Vendrás pronto?
Y él contesta:
-Sí, ahora: voy a fumarme el último cigarro.
“Ya sé por qué lloraba. Con el ultimo cigarro, le entro el humo en los ojos: no cabe otra explicación”
Con la tranquilidad que da saber las cosas, se va quedando dormida y unas lágrimas brotan de sus ojos cerrados.
Lagrimas de mujer. Lagrimas de hombre. Lagrimas de niña. Todas tienen el mismo sabor: saladas.
M.. BLANCO
María Luisa, muy hermoso tu relato.
Gracias Jose, lo dejare hasta que Yoli lo vea y ella decida
Buenas noches, Presi, Mari, Jose, y el del escobazo, je, je, perdona, no sé quién eres. ¿Alguien más?
Ja, ja, oído cocina!
Pues por si no lo sabéis, aquí estamos a mojo, como los garbanzos! Qué manera de llover. La verdad es que mucho no me importa, la lluvia tiene su toque romántico, ¿no os parece?
Pues por si no lo sabéis, aquí estamos a mojo, como los garbanzos! Qué manera de llover. La verdad es que mucho no me importa, la lluvia tiene su toque romántico, ¿no os parece?
Susana, depende de el entorno, me tenías que ver a mi está tarde con cuatro bolsas de la compra, un paraguas, el bolso, e intentando subir al autobús cuando caían chuzos de punta, ja, ja.
Jose y como te la apañaste, no hubo nadie que te hechara una mano, aunque fuera al paraguas
María Luisa, estábams todos más o menos en la misma situación, hora punta en Madrid y lloviendo, es de locura.
Ya imagino, en Canales estaréis ahora todos tomando el sol en esa estupenda playa que tenemos, je, je!
Que viva, querida prima.
Me voy un momento, que tengo ropa para tender, no os vallais que vuelvo
ML, por favor, acuérdate de tenderme el mantel de los gatos, ese que tengo a remojo. Ah, y saca la escoba pa fuera, que duerma en la calle.
Sabes que en la tierra de mi santo, tenían la costumbre de poner una escoba detrás de la puerta, cuando había una visita pesada, para que se fuese pronto.
Buenas noches a todos
Jose lástima que se pierdan algunas tradiciones, pero la escoba era para darle con ella, o solo para que la vieran...... jajaja
Jose lástima que se pierdan algunas tradiciones, pero la escoba era para darle con ella, o solo para que la vieran...... jajaja
