Los cuarenta días de cuaresma que empiezan el miércoles de ceniza y finalizan el jueves santo son días de penitencia y reflexión. Durante los siglos VI-VII el ayuno fue cobrando una enorme importancia como práctica cuaresmal.
Todavía hay muchas personas que practican el ayuno en cuaresma, haciendo una sola comida al día, o de forma menos rigurosa, comiendo algo (pero menos de lo acostumbrado) por la mañana y la noche. También entre muchos católicos se sigue conservando la costumbre de no comer carne todos los viernes durante la Cuaresma
Todavía hay muchas personas que practican el ayuno en cuaresma, haciendo una sola comida al día, o de forma menos rigurosa, comiendo algo (pero menos de lo acostumbrado) por la mañana y la noche. También entre muchos católicos se sigue conservando la costumbre de no comer carne todos los viernes durante la Cuaresma
El ayuno de la cuaresma y su lógica
La cuaresma, gastronómicamente hablando tenía mucho sentido y lógica cuando la alimentación de las familias dependía en gran medida de la naturaleza y de una capacidad limitada en la conservación de los alimentos. Los hogares acometían un duro periodo, tras el invierno, en el que las despensas se habían ido vaciando. Atrás quedaban la opulencia de la ya lejana navidad y la socorrida matanza del cerdo de principios de año.
En el periodo de cuaresma (marzo y abril) todavía no recogen los frutos que van unidos a la mejoría del tiempo. Muchos hogares pasaban escaseses, especialmente en los inviernos largos y rigurosos. El ayuno religioso, sin duda, ayudaría a crear una cierta cohesión social (pobres y ricos ayunaban, los primeros obligados por las carencias, los segundos por imperativos religiosos). No comer carne, también era purificador y quizás contribuía beneficiosamente a la salud tras los excesos de la matanza del cerdo y el acopio de embutidos y otras piezas de este animal que eran consumidos meses antes.
La cuaresma, gastronómicamente hablando tenía mucho sentido y lógica cuando la alimentación de las familias dependía en gran medida de la naturaleza y de una capacidad limitada en la conservación de los alimentos. Los hogares acometían un duro periodo, tras el invierno, en el que las despensas se habían ido vaciando. Atrás quedaban la opulencia de la ya lejana navidad y la socorrida matanza del cerdo de principios de año.
En el periodo de cuaresma (marzo y abril) todavía no recogen los frutos que van unidos a la mejoría del tiempo. Muchos hogares pasaban escaseses, especialmente en los inviernos largos y rigurosos. El ayuno religioso, sin duda, ayudaría a crear una cierta cohesión social (pobres y ricos ayunaban, los primeros obligados por las carencias, los segundos por imperativos religiosos). No comer carne, también era purificador y quizás contribuía beneficiosamente a la salud tras los excesos de la matanza del cerdo y el acopio de embutidos y otras piezas de este animal que eran consumidos meses antes.
Disfrutar de la cocina en cuaresma y Semana Santa
Lo cierto es que de décadas recientes -la cuaresma se celebraba con fervor enre católicos en la época de Franco- surgen hoy numerosas personas que echan de menos deliciosos platos de la infancia que se hacían durante la cuaresma. Las abuelas y madres se afanaban en preparar platos sin carne, donde el bacalao, u otros pescados, los huevos, las legumbres huérfanas de carne, los potajes, las verduras, o incluso algunos austeros dulces (como las torrijas y similares) hacían las delicias de todo tipo de paladares, grandes y pequeños.
Hoy disfrutamos del saber acumulado de generaciones que practicando las reglas del ayuno todavía le sacaban el máximo partido a la cocina de cuaresma y semana santa.
Lo cierto es que de décadas recientes -la cuaresma se celebraba con fervor enre católicos en la época de Franco- surgen hoy numerosas personas que echan de menos deliciosos platos de la infancia que se hacían durante la cuaresma. Las abuelas y madres se afanaban en preparar platos sin carne, donde el bacalao, u otros pescados, los huevos, las legumbres huérfanas de carne, los potajes, las verduras, o incluso algunos austeros dulces (como las torrijas y similares) hacían las delicias de todo tipo de paladares, grandes y pequeños.
Hoy disfrutamos del saber acumulado de generaciones que practicando las reglas del ayuno todavía le sacaban el máximo partido a la cocina de cuaresma y semana santa.
Carlos jodío, tu a lo tuyo, venga comida....
¡Joer, como llueve! estoy de agua hasta el gorro, menudos carnavales
Buenas tardes primos, menos mal que el calechito se mantiene con un buen fuego.
Teso creo que por ahí tambien va a seguir lloviendo
Buenas tardes primos, menos mal que el calechito se mantiene con un buen fuego.
Teso creo que por ahí tambien va a seguir lloviendo
Pues creo que estará toda la semana.
Los andaluces de esta vam a aborrecer el agua.
Los andaluces de esta vam a aborrecer el agua.
Yo no se si es por el cambio climatico pero por aquí hacía años que no llovia tanto
Lo del cambio climático me parece a mi que es un invento. Yo creo que son ciclos, lo que pasa que no vivimos lo suficiente para acordarnos, jajaja
El otro dia salió un científico que dijo que la capa de ozono se estaba recuperando
Vete tu a saber si eso no es una cosa cíclica. Como antes no tenian medios para medirlo.... no quedó constancia.