Se acabó el Clásico. El partido ha sido decepcionante. Un ejercicio de voluntarismo del Madrid y otro de suficiencia del Barça. Cuando un equipo grande exhibe las virtudes que se les suponen a un rival menor acaba dando un poco de pena. Eso es lo que ha destilado el Madrid esta noche: pena.
Arrancó presionando bien, pero sin juego. El Barça se dedicó a mirar y a esperar porque los ataques del rival eran huecos. Tal vez, cuando menos lo merecía, llegó el gol de Messi.
En la segunda parte, un calco. El paso de los minutos caía como una losa. Al Madrid se le veían las vergüenzas de toda la temporada, aumentadas por tener al Barça delante. Un nuevo gol de Pedro dejaba el Bernabéu como un solar. Ni siquiera hubo pelea. El Madrid debe abrir un periodo de reflexión pero errará si lo culmina gastando a lo loco dentro de cinco meses. No es sólo cuestión de eso.
Arrancó presionando bien, pero sin juego. El Barça se dedicó a mirar y a esperar porque los ataques del rival eran huecos. Tal vez, cuando menos lo merecía, llegó el gol de Messi.
En la segunda parte, un calco. El paso de los minutos caía como una losa. Al Madrid se le veían las vergüenzas de toda la temporada, aumentadas por tener al Barça delante. Un nuevo gol de Pedro dejaba el Bernabéu como un solar. Ni siquiera hubo pelea. El Madrid debe abrir un periodo de reflexión pero errará si lo culmina gastando a lo loco dentro de cinco meses. No es sólo cuestión de eso.
Cogecal, que bien narras. Leo tu prosa futbolística y siento que destilas sabiduría refinada. Parecés descendente del mismo Helenio Herrera.
ja, ja Presi no sabía que tuvieses esos ascendientes.