¿Qué mundos tengo dentro del alma que ha tiempo vengo pidiendo medios para volar?
Se hacen tus ojos demasiado azules, cubren tus manos impalpables tules y algo divino te levanta en vuelo.
Tienes un deseo: morir. Y una esperanza: no morir.
(...) Y yo no tendré miedo de morenas ni rubias, pues cerraré los ojos y te diré: soy tuya.
Bravo león, mi corazón tiene apetitos, no razón.