¿Qué mundos tengo dentro del alma que ha tiempo vengo pidiendo medios para volar?
Se hacen tus ojos demasiado azules, cubren tus manos impalpables tules y algo divino te levanta en vuelo.
Tienes un deseo: morir. Y una esperanza: no morir.
(...) Y yo no tendré miedo de morenas ni rubias, pues cerraré los ojos y te diré: soy tuya.
Bravo león, mi corazón tiene apetitos, no razón.
Sé la frase que encanta y que comprende, y sé callar cuando la luna asciende Enorme y roja sobre los barrancos.
Una fase brutal te corta el paso y aún rezas y no sabes si el que empuja te arrolla sierpe o ángel se despliega.
Sobre los tanques frescos de los sapos los grillos mueven verdes batallones.
Sólo el hombre, pequeño, cuyo humano latido en la tierra es un sueño, ¡Sólo el hombre hace ruido!
Ah, me resisto, mas me tienes toda, tú, que nunca serás del todo mío.
Tengo deseos de que mi todo, a un tiempo sea cristal y lodo, paloma y cuervo, llama y alud.