CANALES: Si en una de tus casas, Buenos Aires, me muero viendo...

Mariposa ebria, la tarde, giraba sobre nuestras cabezas estrechando sus círculos de nubes blancas hacia el vértice áspero de tu boca que se abría frente al mar alineando sus blancos lobeznos.

Si en una de tus casas, Buenos Aires, me muero viendo en días de otoño tu ciclo prisionero, no me será sorpresa la lápida pesada. Que entre tus calles rectas, untadas de su río apagado, brumoso, desolante y sombrío, cuando vagué por ellas, ya estaba yo enterrada.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Tiempo y tranquilidad me han faltado, hasta hoy, para desprenderme de mis angustias y ver así lo que está a mí alrededor. Pero, si continúo escribiendo, he de procurarme el tiempo y la tranquilidad que para ello me harán falta.