Bajo el hacha implacable, ¡cuán presto en tierra cayeron encinas y robles!.
Rosalía De Castro
Rosalía De Castro
Hierve la sangre juvenil, se exalta lleno de aliento el corazón, y audaz el loco pensamiento sueña y cree que el hombre es, cual los dioses, inmortal.
Rosalía De Castro
Rosalía De Castro
Puro el aire, la luz sonrosada, ¡qué despertar tan dichoso!.
Rosalía De Castro
Rosalía De Castro
Cual si en suelo extranjero me hallase, tímida y hosca, contemplo desde lejos los bosques y alturas y los floridos senderos donde en cada rincón me aguardaba la esperanza sonriendo.
Rosalía De Castro
Rosalía De Castro
La miseria seca el alma y los ojos además.
Rosalia De Castro
Rosalia De Castro
Oh tierra, antes y ahora, siempre fecunda y bella!.
Rosalía De Castro
Rosalía De Castro
Inexplicable angustia, hondo dolor del alma, recuerdo que no muere, deseo que no acaba.
Rosalía De Castro
Rosalía De Castro