El creador del psicoanálisis, Sigmund Freud, investigó las propiedades de la cocaína en su juventud. Durante tres años, tomó él mismo dicha droga en pequeñas dosis, haciendo autoobservaciones sobre el efecto que ejercía sobre el hambre, el sueño y la fatiga. Creyendo que la cocaína era inocua, prescribió una cantidad importante a un paciente, el cual falleció a causa de ello