Buenos y soleados dias para todos los amigos de Canales
Que tengais un feliz dia
Un fuerte abrazoooooooooooooooooo
El camino de la luz
Para encontrar el camino de la luz
yo tuve que cargar mi propia cruz,
arrastrarme con ella y darme cuenta
lo difícil que era sostenerla.
Las heridas que brotaban de mi alma
fui llevando por un largo camino
sin rumbo, sin control divino,
en busca de la paz y de la calma.
No fue fácil seguir por el sendero,
oscuro y tenebroso me asustaba,
un abismo, a mis pies, se presentaba
tratando que cayera en un agujero.
Un pozo de dolores de mi mente
que se fue abriendo lentamente
explotando en recuerdos ya borrados
que fluían dolorosos y asustados.
Más debía seguir por el camino
aunque, en ello, perdiera media vida;
no podía escapar porque, en la huída,
estaba yo jugándome el destino.
Lastimada y llorosa; acorralada
por un tiempo que fue casi inhumano,
sin que nadie me tendiera una mano
para sentir que estaba acompañada.
Y, de pronto, una luz casi sin vida
apreció ante mí tímidamente,
se coló por mi piel, curó mi herida
y pude caminar mirando al frente.
Yo sola lo logré, nada les debo
a aquellos que estuvieron tan ausentes
yo sola lo logré, curiosamente
hoy sé que puedo empezar de nuevo.
© Aclis
Que tengais un feliz dia
Un fuerte abrazoooooooooooooooooo
El camino de la luz
Para encontrar el camino de la luz
yo tuve que cargar mi propia cruz,
arrastrarme con ella y darme cuenta
lo difícil que era sostenerla.
Las heridas que brotaban de mi alma
fui llevando por un largo camino
sin rumbo, sin control divino,
en busca de la paz y de la calma.
No fue fácil seguir por el sendero,
oscuro y tenebroso me asustaba,
un abismo, a mis pies, se presentaba
tratando que cayera en un agujero.
Un pozo de dolores de mi mente
que se fue abriendo lentamente
explotando en recuerdos ya borrados
que fluían dolorosos y asustados.
Más debía seguir por el camino
aunque, en ello, perdiera media vida;
no podía escapar porque, en la huída,
estaba yo jugándome el destino.
Lastimada y llorosa; acorralada
por un tiempo que fue casi inhumano,
sin que nadie me tendiera una mano
para sentir que estaba acompañada.
Y, de pronto, una luz casi sin vida
apreció ante mí tímidamente,
se coló por mi piel, curó mi herida
y pude caminar mirando al frente.
Yo sola lo logré, nada les debo
a aquellos que estuvieron tan ausentes
yo sola lo logré, curiosamente
hoy sé que puedo empezar de nuevo.
© Aclis