Con un combinado de pases naturales y de chicuelinas, el maestro trata de atraer al noble animal hacia el picador, apostado cerca de las tablas. El astado se presta al lucimiento. Lo lleva a los medios y continúa con la sinfonía. Un quite de verónica, entéramente por el pitón derecho, estremeció al respetable. Gritos de torero, torero..... El público grita: Mete los riñones. El Torero contesta: tócarme los c....
Nuevo quite de capote, el cuerno derecho roza la taleguilla, ahí donde más duele, y un escalofrío recorre la espina dorsal de todo aquel espectador que sabe lo que es eso.
Toreándolo con soltura y variedad con el trapo, lo deja plantado ante el tercio de varas.
Se sigue haciendo notar que el mozo de estoques ni siquiera sale en el plano. Se ve que lo de la taleguilla fue mucho para él.
Nuevo quite de capote, el cuerno derecho roza la taleguilla, ahí donde más duele, y un escalofrío recorre la espina dorsal de todo aquel espectador que sabe lo que es eso.
Toreándolo con soltura y variedad con el trapo, lo deja plantado ante el tercio de varas.
Se sigue haciendo notar que el mozo de estoques ni siquiera sale en el plano. Se ve que lo de la taleguilla fue mucho para él.