Vuelve el astado a recibir un nuevo puyazo. Esta vez es picado en todo lo alto del morrillo. Es una pena que solo hayamos obtenido un fotograma de esta secuencia para poder comentar el desarrollo de toda la faena. Vemos que un espontaneo está en una actitud que no sabemos si tratando de liberar al animal de la tortura del picador o bien es el primer movimiento para tratar de colgarse del brazo del mismo para hacer más fuerza. La incógnita queda en el aire.
El bravo animal sufre como una madre pero haciendo honor a su casta, humilla el morro hacia el picador buscando partes de las que hacer sangre. El diestro, sereno, intenta separar a la fiera del picador.
Y también vemos que el mozo de estoques ya desapareció. Se nota que la cosa no la ve muy clara.
El bravo animal sufre como una madre pero haciendo honor a su casta, humilla el morro hacia el picador buscando partes de las que hacer sangre. El diestro, sereno, intenta separar a la fiera del picador.
Y también vemos que el mozo de estoques ya desapareció. Se nota que la cosa no la ve muy clara.