CANALES: Lo cita de lejos, para que se arranque con distancia...

Lo cita de lejos, para que se arranque con distancia y galope. Con capotazos suaves, sin tirones ni movimientos bruscos se aproxima al toro cuarteándole pero nunca quebrándole, el toro, repito, ha de coger confianza y además de los quiebros “aprende”. Hay que cuadrar y clavar en la cara del animal, salir cuarteando mucho y con la mayor despaciosidad posible. Tantea por bajo, por donde se queda el toro sin romper. Y lo va sobando y despegando del suelo. Brotan los oles. Caen naturales de la mano zurda del maestro. Naturales como catedrales. Naturales como monumentos. Los tres primeros naturales nacieron y murieron rebosantes de belleza. En la siguiente tanda ya llovían los naturales serenos, y la plaza enloquecía al unísono. La afición vibraba puesta en pié. Y llueven los naturales como vuelve a llover la lencería fina arrojada por las féminas entregadas. Los pañuelos aparecen en el tendido, solicitan una, no, dos orejas y también el rabo.
Después de unos minutos de negociaciones, el diestro se tiene que conformar con una salida a hombros. No puede cortar el rabo y Julián tampoco se dejó cortar las orejas.
El que no se ha ganado la cena ha sido el mozo de estoques.