La policía mata a balazos a un novillo que se escapó desde el matadero a San Marcos
Los agentes no pudieron anestesiarle con un dardo porque no hay dinero para comprarlo
15/03/2011 a. caballero | león
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El tirador necesitó dos disparos para acabar con el novillo después de dos horas de persecución.
javier quintana
León se convirtió ayer en escenario de un encierro taurino impriovisdado. Una larga carrera de más de 3 kilómetros protagonizada por un novillo de un año que paseó sus 400 kilos desde el matadero, situado en terrenos de Oteruelo, de donde escapó cuando intentaban darle matarile, hasta la parte trasera del Parador de San Marcos. Allí, cayó abatido por dos balazos de la policía, después de una persecución en la que intervinieron más de una veintena de agentes y once vehículos de los cuerpos Nacional, Local y la Guardia Civil de Tráfico. «No lo matéis, animales», les gritaban cerca de un centenar de ciudadanos que se arremolinaron en la explanada del aparcamiento subterráneo que hay frente a la puerta del edificio de la Junta. No hubo gracia. Como cuentan con el rifle oportuno pero no hay dinero para comprar los dardos anestesiantes, según reconocieron los policías, la res acabó muerta alrededor de las 13.15 horas, después de dos horas de escapada.
La huida comenzó en el antiguo matadero municipal. El novillo había entrada en el box donde se les adormece, pero logró zafarse de los matarifes y, tras llevar por delante una chapa de la zona de corrales que hay en obras, aprovechó que las puertas estaban abiertas para salir a la carretera que conduce al polígono industrial de Trobajo del Camino. Sin otro ganado con el que entretenerse, ni pasto en el que sacar beneficio a diente, el animal llegó hasta el límite con la N-120, donde saltó la valla y se encaminó Párroco Pablo Díez abajo ante el asombro de los vecinos. Ya en el Crucero, escoltado por el dispositivo policial conjunto que se sumó a medida que avanzaba el encierro improvisado, encontró la entrada expedita por el puente de San Marcos y se entretuvo un rato en la plaza que hay frente al Parador, mientras los cuerpos policiales le daban pases con los vehículos para que el tirador encontrara un espacio libre en el que abatirle, sin riesgo para los ciudadanos.
La oportunidad apareció cuando el novilló decidió rodear el Parador para buscar sosiego en la explanada que queda en la parte trasera, donde hay una parcela de tierra y está la entrada peatonal al aparcamiento subterráneo. Cerca de media hora se entretuvo todavía en embestir a los agentes de a pie, que se zafaron de los amagos a la carrera, mientras sus compañeros intentaban acorralarle con los coches. La escena se convirtió en lugar para las chanzas de algunos ciudadanos y las quejas de otros que, después del primer disparo, reclamaron que se acabar con el sufrimiento del animal. Fue necesario un segundo impacto de bala para que la res cayera al suelo, donde todavía estuvo varios minutos agonizante. Tiempo suficiente para que un agente de la Policía Local perdiera los nervios con un periodista y otro Nacional rellenara un parte de multa a un joven que le vaciló. «Es la segunda vez en dos semanas. La otra vez el novillo estuvo un día escapado, desde el matadero, por toda la ronda Sur, hasta La Granja, con el riesgo que hay para las personas a las que podía haber embestido», se excusaron los representantes de los cuerpos policiales ante la lluvia de críticas.
Los agentes no pudieron anestesiarle con un dardo porque no hay dinero para comprarlo
15/03/2011 a. caballero | león
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El tirador necesitó dos disparos para acabar con el novillo después de dos horas de persecución.
javier quintana
León se convirtió ayer en escenario de un encierro taurino impriovisdado. Una larga carrera de más de 3 kilómetros protagonizada por un novillo de un año que paseó sus 400 kilos desde el matadero, situado en terrenos de Oteruelo, de donde escapó cuando intentaban darle matarile, hasta la parte trasera del Parador de San Marcos. Allí, cayó abatido por dos balazos de la policía, después de una persecución en la que intervinieron más de una veintena de agentes y once vehículos de los cuerpos Nacional, Local y la Guardia Civil de Tráfico. «No lo matéis, animales», les gritaban cerca de un centenar de ciudadanos que se arremolinaron en la explanada del aparcamiento subterráneo que hay frente a la puerta del edificio de la Junta. No hubo gracia. Como cuentan con el rifle oportuno pero no hay dinero para comprar los dardos anestesiantes, según reconocieron los policías, la res acabó muerta alrededor de las 13.15 horas, después de dos horas de escapada.
La huida comenzó en el antiguo matadero municipal. El novillo había entrada en el box donde se les adormece, pero logró zafarse de los matarifes y, tras llevar por delante una chapa de la zona de corrales que hay en obras, aprovechó que las puertas estaban abiertas para salir a la carretera que conduce al polígono industrial de Trobajo del Camino. Sin otro ganado con el que entretenerse, ni pasto en el que sacar beneficio a diente, el animal llegó hasta el límite con la N-120, donde saltó la valla y se encaminó Párroco Pablo Díez abajo ante el asombro de los vecinos. Ya en el Crucero, escoltado por el dispositivo policial conjunto que se sumó a medida que avanzaba el encierro improvisado, encontró la entrada expedita por el puente de San Marcos y se entretuvo un rato en la plaza que hay frente al Parador, mientras los cuerpos policiales le daban pases con los vehículos para que el tirador encontrara un espacio libre en el que abatirle, sin riesgo para los ciudadanos.
La oportunidad apareció cuando el novilló decidió rodear el Parador para buscar sosiego en la explanada que queda en la parte trasera, donde hay una parcela de tierra y está la entrada peatonal al aparcamiento subterráneo. Cerca de media hora se entretuvo todavía en embestir a los agentes de a pie, que se zafaron de los amagos a la carrera, mientras sus compañeros intentaban acorralarle con los coches. La escena se convirtió en lugar para las chanzas de algunos ciudadanos y las quejas de otros que, después del primer disparo, reclamaron que se acabar con el sufrimiento del animal. Fue necesario un segundo impacto de bala para que la res cayera al suelo, donde todavía estuvo varios minutos agonizante. Tiempo suficiente para que un agente de la Policía Local perdiera los nervios con un periodista y otro Nacional rellenara un parte de multa a un joven que le vaciló. «Es la segunda vez en dos semanas. La otra vez el novillo estuvo un día escapado, desde el matadero, por toda la ronda Sur, hasta La Granja, con el riesgo que hay para las personas a las que podía haber embestido», se excusaron los representantes de los cuerpos policiales ante la lluvia de críticas.
Buenos días querido Calecho.
Pobres japoneses, que Dios les de fuerzas ante esta dura y terrible situación.
Que tengais todos un buen martes.
Pobres japoneses, que Dios les de fuerzas ante esta dura y terrible situación.
Que tengais todos un buen martes.