Saber y saberlo demostrar, es valer dos veces.
Lo que se ignora, se desprecia.
La lectura es a la inteligencia lo que el ejercicio es al cuerpo.
La lectura es la gran proveedora de argumentos, la clave para que los demás te escuchen.
Donde no hay libros hace frío. Vale para las casas, las ciudades, los países. Un frío de cataclismo, un páramo de amnesia.