Hay fotos entrañables que no tienen desperdicio. Por supuesto que dignas de cualquier periódico.
Gracias a la Crónica de León por su publicación.
Los tres de Los Castañales se merecen ésto y mucho más. Son únicos, genuinos, son queridos y muy del pueblín.
Un fuerte abrazo para el de la escopeta y el del camión y un beso con todo mi cariño para la del muñeco.
Encantados de compartir esta foto por segunda vez.
Gracias a la Crónica de León por su publicación.
Los tres de Los Castañales se merecen ésto y mucho más. Son únicos, genuinos, son queridos y muy del pueblín.
Un fuerte abrazo para el de la escopeta y el del camión y un beso con todo mi cariño para la del muñeco.
Encantados de compartir esta foto por segunda vez.
¿Ángeles o
demonios? Siempre se ha dicho que los refranes adoran a dios y al diablo en el mismo verso. Que de nada sirve decir que a ‘‘a quien madruga dios le ayuda’’ si a renglón seguido se puede apostillar que ‘‘no por mucho madrugar amanece más temprano’’.
Mira para la fotografía. Te darán ganas de decir al ver al trío que ‘‘la cara es el espejo del alma’’ pues parecen ángeles, pero quienes conocieron las correrías de estos chavales por Canales, como quienes conocieron las de tantos otros niños por todos los pueblos de la provincia, se atreven a afirmar aquello de que ‘‘las apariencias engañan’’ y detrás de estos rostros angelicales hubo chavales tan traviesos como, por otra parte, es su obligación serlo. Los niños tienen por oficio ser traviesos.
Nada más que pasó el disparo de la máquina los tres ángeles se pusieron en movimiento y desarrollaron las trastadas que si los miras bien ya se intuyen. No me digas que el de la escopeta está pensando en ir a ayudar a su madre a hacer las camas. La cara de no romper un plato que tiene el que sujeta el camión se nota que es una pose y a los pocos segundos de la imagen habrá un paisano dando voces porque alguna le ha preparado.
¿Y la niña? Ésa es la que lo organiza todo, la que cisca y embrisca.
demonios? Siempre se ha dicho que los refranes adoran a dios y al diablo en el mismo verso. Que de nada sirve decir que a ‘‘a quien madruga dios le ayuda’’ si a renglón seguido se puede apostillar que ‘‘no por mucho madrugar amanece más temprano’’.
Mira para la fotografía. Te darán ganas de decir al ver al trío que ‘‘la cara es el espejo del alma’’ pues parecen ángeles, pero quienes conocieron las correrías de estos chavales por Canales, como quienes conocieron las de tantos otros niños por todos los pueblos de la provincia, se atreven a afirmar aquello de que ‘‘las apariencias engañan’’ y detrás de estos rostros angelicales hubo chavales tan traviesos como, por otra parte, es su obligación serlo. Los niños tienen por oficio ser traviesos.
Nada más que pasó el disparo de la máquina los tres ángeles se pusieron en movimiento y desarrollaron las trastadas que si los miras bien ya se intuyen. No me digas que el de la escopeta está pensando en ir a ayudar a su madre a hacer las camas. La cara de no romper un plato que tiene el que sujeta el camión se nota que es una pose y a los pocos segundos de la imagen habrá un paisano dando voces porque alguna le ha preparado.
¿Y la niña? Ésa es la que lo organiza todo, la que cisca y embrisca.