En Riello te compramos,
que viaje tú nos diste,
entre cinco te llevamos,
aunque ello suene a chiste.
Lucerito del alma mía,
cuanto luchamos por tí,
con Lupina de compañía,
y lo que la hiciste reir.
Como ibas tu de pancho,
subido en ciertas andas,
tumbado y todo ancho,
te llevaban cinco randas.
Nuestros cintos nos quitamos,
para el paso en procesión,
en vez de santo, burro llevamos,
mientras se caía algún pantalón.
Emiliano el de Los Barrios,
conductor del coche línea,
sabía que íbamos varios,
pero al burro no veía.
Ya una vez el coche en marcha
cierto olor lo puso firmes,
el pollino en plena racha,
soltó allí pal libro Guines.
Ay Lucerito, buen pollino,
menos mal que en buen momento,
apareció por allí Avelino,
y nos deshizo aquel entuerto.
Y ya llegados a Canales,
nos recibió Teresa seria,
a unos cuantos animales,
con el encargo de la feria.
(anónimo) Viva Canales ¡
que viaje tú nos diste,
entre cinco te llevamos,
aunque ello suene a chiste.
Lucerito del alma mía,
cuanto luchamos por tí,
con Lupina de compañía,
y lo que la hiciste reir.
Como ibas tu de pancho,
subido en ciertas andas,
tumbado y todo ancho,
te llevaban cinco randas.
Nuestros cintos nos quitamos,
para el paso en procesión,
en vez de santo, burro llevamos,
mientras se caía algún pantalón.
Emiliano el de Los Barrios,
conductor del coche línea,
sabía que íbamos varios,
pero al burro no veía.
Ya una vez el coche en marcha
cierto olor lo puso firmes,
el pollino en plena racha,
soltó allí pal libro Guines.
Ay Lucerito, buen pollino,
menos mal que en buen momento,
apareció por allí Avelino,
y nos deshizo aquel entuerto.
Y ya llegados a Canales,
nos recibió Teresa seria,
a unos cuantos animales,
con el encargo de la feria.
(anónimo) Viva Canales ¡