La mayor sabiduría que existe es conocerse a uno mismo.
Al final, no os preguntarán qué habéis sabido, sino qué habéis hecho.
Saber que no se sabe, eso es humildad. Pensar que uno sabe lo que no sabe, eso es enfermedad.
Hay dos maneras de difundir la luz... ser la lámpara que la emite, o el espejo que la refleja.
El que sabe no habla, el que habla no sabe.
Los que están siempre de vuelta de todo son los que nunca han ido a ninguna parte.
Sólo los sabios más excelentes, y los necios más acabados, son incomprensibles.