Luz ahora: 0,12000 €/kWh
Entro en el calecho y me ecuentro estas mar..... as de recetas.
Pero echo de menos una muy importante en la zona y que es muy socorrida: EL COCIDO.
Vamos a refrescar la memoria:
Ingredientes:
-Garbanzos
-Repollo
-Chorizo sabadiego (de ese hecho con callo)
-Morcilla
-Oreja de gocho
-Pata de gocho
-Costilla de gocho
-Tocino entreverado
-Fideos “cabellín”
-También se le suele echar morcillo de vaca, un trozo de gallina, una punta de jamón, etc. etc.
Se cogen unos puñados de garbanzos “pico de pardal” que los hemos comprado a los pimenteros de Villares y se ponen a mojo durante toda la noche. También ponemos la oreja y la pata que como están muy curadas estarán bastante duras y tienen que ablandar. Por la mañana lavamos bien los ingredientes y los cubrimos todos con agua en una pota que ponemos encima de la chapa durante casi toda la mañana. Si la morcilla es fresca, se cuece en pota a parte clavándole unos palillos para que no reviente. En puchero a parte se cuece un repollo “asa de cántaro”. Un repollo grande como un balón, blanco, crujiente, que no hace falta que sea de Conyana ni de la Huerta Grande, vale con que sea de la huertina al pie de casa. Cuando esté hecho y sin caldo, se le añade un rustido.
Después de haber cocido todos los ingredientes y viendo que los garbanzos están blandos, escurrimos el caldo en otra pota donde haremos la sopa con el fideo. Si no hubiera fideo cabellín, se añade otro fideo más gordo o en su defecto se hace sopa de pan.
Se sirve primero la sopa, después los garbanzos con el repollo y en bandeja aparte la ración, para el que la quiera comer mezclada con los garbanzos o después de estos.
Se empuja todo con un Prieto Picudo fresco y una buena hogaza de pan.
De postre unos fisuelos y el que quiera fruta unas manzanas de temporada que pueden ser “morro de liebre” porque las reinetas están un poco ácidas todavía.
Café de manga o una infusión de té de peña que bajamos en la última excursión a la Peña Portilla y unos chupitos de orujo, pacharán que hemos hecho con los prunos ciegos recogidos detrás del molino de Goyo o un licor de ciruela que este año hubo muchas y cogieron muy buena sazón.
Tumbados en el escaño se ve la vida de otra manera.
Para cenar un yogur desnatado.
Pero echo de menos una muy importante en la zona y que es muy socorrida: EL COCIDO.
Vamos a refrescar la memoria:
Ingredientes:
-Garbanzos
-Repollo
-Chorizo sabadiego (de ese hecho con callo)
-Morcilla
-Oreja de gocho
-Pata de gocho
-Costilla de gocho
-Tocino entreverado
-Fideos “cabellín”
-También se le suele echar morcillo de vaca, un trozo de gallina, una punta de jamón, etc. etc.
Se cogen unos puñados de garbanzos “pico de pardal” que los hemos comprado a los pimenteros de Villares y se ponen a mojo durante toda la noche. También ponemos la oreja y la pata que como están muy curadas estarán bastante duras y tienen que ablandar. Por la mañana lavamos bien los ingredientes y los cubrimos todos con agua en una pota que ponemos encima de la chapa durante casi toda la mañana. Si la morcilla es fresca, se cuece en pota a parte clavándole unos palillos para que no reviente. En puchero a parte se cuece un repollo “asa de cántaro”. Un repollo grande como un balón, blanco, crujiente, que no hace falta que sea de Conyana ni de la Huerta Grande, vale con que sea de la huertina al pie de casa. Cuando esté hecho y sin caldo, se le añade un rustido.
Después de haber cocido todos los ingredientes y viendo que los garbanzos están blandos, escurrimos el caldo en otra pota donde haremos la sopa con el fideo. Si no hubiera fideo cabellín, se añade otro fideo más gordo o en su defecto se hace sopa de pan.
Se sirve primero la sopa, después los garbanzos con el repollo y en bandeja aparte la ración, para el que la quiera comer mezclada con los garbanzos o después de estos.
Se empuja todo con un Prieto Picudo fresco y una buena hogaza de pan.
De postre unos fisuelos y el que quiera fruta unas manzanas de temporada que pueden ser “morro de liebre” porque las reinetas están un poco ácidas todavía.
Café de manga o una infusión de té de peña que bajamos en la última excursión a la Peña Portilla y unos chupitos de orujo, pacharán que hemos hecho con los prunos ciegos recogidos detrás del molino de Goyo o un licor de ciruela que este año hubo muchas y cogieron muy buena sazón.
Tumbados en el escaño se ve la vida de otra manera.
Para cenar un yogur desnatado.
