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CANALES: El leonés, santo y seña del Barça en las décadas de...

El leonés, santo y seña del Barça en las décadas de los 40 y 50, es el único jugador en la historia culé al que el argentino aún no ha superado como goleador. En los ‘clásicos’ ante el Madrid también se mantiene al frente.
César Rodríguez versus Lionel Messi. O lo que es lo mismo, pasado y presente unidos por un mismo argumento, el gol. Separados por casi seis décadas en los terrenos de juego ambos lucen ya en la historia del FC Barcelona y es precisamente el leonés el que marca el camino a seguir por el argentino. Y también el único que resiste en la clasificación de récords a la ‘pulga’.
Después de los dos goles conseguidos por Messi frente al Bate Borisov en la Champions el 10 igualaba con Kubala en el segundo escalón de la tabla de realizadores con la camiseta blaugrana (194). Eso sí, todavía a 41 de César (225). El ‘pelucas’ como se le denominaba cariñosamente al delantero leonés mantiene también el liderato en el otra clasificación, la de ‘artilleros’ en los clásicos frente al Madrid. César lograba mojar nada menos que 13 veces frente al eterno enemigo futbolístico mientras que Lionel contabiliza 12. Con estilos diferentes pero una meta idéntica, batir a los porteros enemigos, César y Messi comparten además de su glorioso pasado blaugrana varios apartados. Uno es el poder lucir como ‘pichichi’ de la Liga. El leonés lo hacía en la temporada 1948-49 en la que contabilizaba 28 goles y el sudamericano en la 2009-2010 con 34 dianas. No obstante, en la liga que coronaba al ‘nueve’ sólo competían 14 equipos mientras que en la más reciente los protagonistas eran 20. El fútbol aunque en su esencia responde a los mismos parámetros en su planteamiento ha variado mucho. Eso sí, los goleadores siempre cuentan con un instinto especial, el de depredador del área. César Rodríguez, tristemente fallecido en el año 1995, era uno de ellos.
El leonés llegaba a Can Barça en la temporada 1941-42 aunque en esta iba a defender la elástica del Granada en calidad de cedido. Sus 23 goles le permitieron regresar rápidamente al club en el que iba a jugar nada menos que 13 campañas. En la primera con 22 años sumaba 13 goles demostrando ya su olfato ante la portería enemiga. César además tuvo el honor de superar la decena de goles cada temporada (a excepción de la última). Prueba de ello es que en los 287 compromisos ligueros su cifra realizadora se iba a los 195 tantos a los que hay que sumar los 36 contabilizados en la Copa y los cuatro en otros torneos. Delantero de gran clase, destacaba por su rapidez, su habilidad para chutar con ambos pies, su olfato goleador, que lo distinguieron como uno de los mejores goleadores españoles de todos los tiempos, y por su poderoso remate de cabeza.
Además este leonés, con el 9 a su espalda, fue el protagonistas con aquella delantera mágica (Basora, el propio César, Kubala, Moreno y Manchón) de los cinco títulos ligueros conseguidos por el Barcelona y los tres entorchados coperos. Sólo le faltó una cosa, anotar en Europa. Eso sí, su promedio de 0,675 goles por partido le encumbra como uno de los más eficaces. Sólo el propio Messi, Kubala y Rivaldo le superan. Eso sí, han tenido que pasar seis décadas para que otro crack del área vuelva a asombrar a la afición culé, Messi. El argentino, que debutaba en la campaña 2004-2005 en la que anotaba un gol en sus siete encuentros, parece ser el elegido para superar los récords de uno de los mitos del barcelonismo. Con 24 años y aún muchos por delante sus 194 goles entre todas las competiciones oficiales le hacen cobrar una dimensión de único. Precisamente esta temporada puede pasar a liderar las estadísticas que a día de hoy y desde que en 1955 dejara la entidad culé son propiedad de César.
41 goles son los que necesita Lionel y si mantiene la misma puntería que en este tramo inicial de la competición estarían a su alcance. Si no habría que esperar a la siguiente. Eso sí, el argentino no se obsesiona con ello. «Intento lo mejor en cada partido y si llega bien, sino seguiré igual, no me preocupa. Me gustaría ser el primero, sería hermoso para mí» explicaba un Messi al que pocos retos se le resisten. Eso sí, al menos en dos de ellos tendrá que seguir luchando para superar a un César Rodríguez que desde su atalaya en el cielo contempla como otro crack del gol está dispuesto a sucederle. Desde esa atalaya sabe también que su nombre y el de Lionel son sinónimos de leyenda.