EL ÍNDICE DE MANUEL
Por circunstancias puntuales,
Manuel se tuvo que operar
y como consecuencia de ello,
Una mano no puede usar.
Estando así las cosas,
con la sana habló seriamente.
Le dijo claro que no tenía otra,
que es lo que hay, que se siente.
Reuniose ésta con sus cinco dedos
y vieron que la causa era justa,
que su jefe necesitaba de ellos
y les pidió colaboración sin disputa.
Entre ellos se pusieron de acuerdo,
para sacar el trabajo adelante.
Todos se portaron muy cuerdos,
desde el más pequeño al más grande.
Pero Manuel en un momento dado,
necesitó entrar al Calecho
y al leer que era saludado,
quiso contestar, por supuesto.
En ese instante concreto,
su índice se tiró al teclado,
mientras se movió por el mismo,
como un infante motivado.
Sus hermanos perplejos,
anodadados se quedaron
y decidieron al respecto,
premiar al indicado.
Desde entonces D. Manuel,
sin su índice se afeita,
porque sabe ya muy bien,
que le tiene que dar fiesta.
Ya que cuando entre al Calecho,
sabe que su amigo está ahí,
presto para echar el resto
y así bien hacerle sentir.
Por circunstancias puntuales,
Manuel se tuvo que operar
y como consecuencia de ello,
Una mano no puede usar.
Estando así las cosas,
con la sana habló seriamente.
Le dijo claro que no tenía otra,
que es lo que hay, que se siente.
Reuniose ésta con sus cinco dedos
y vieron que la causa era justa,
que su jefe necesitaba de ellos
y les pidió colaboración sin disputa.
Entre ellos se pusieron de acuerdo,
para sacar el trabajo adelante.
Todos se portaron muy cuerdos,
desde el más pequeño al más grande.
Pero Manuel en un momento dado,
necesitó entrar al Calecho
y al leer que era saludado,
quiso contestar, por supuesto.
En ese instante concreto,
su índice se tiró al teclado,
mientras se movió por el mismo,
como un infante motivado.
Sus hermanos perplejos,
anodadados se quedaron
y decidieron al respecto,
premiar al indicado.
Desde entonces D. Manuel,
sin su índice se afeita,
porque sabe ya muy bien,
que le tiene que dar fiesta.
Ya que cuando entre al Calecho,
sabe que su amigo está ahí,
presto para echar el resto
y así bien hacerle sentir.