Pepe, imagínate a Pilarina recibiedo a tu Miura así de este porte. Un par de quiebros y tres verónicas en firme y el morlaco acaba comiendo en su mano, amigo.
así no se acerca ni el capitan de la guardia civil
que por cierto, ya tiene hecho el curso de comandante
me estas sorprendiendo, como se entere que estamos ablando de ella veras