Que guapos estais todos y que orgulloso se ve al abuelo.
Prima, tuve al mejor abuelo del mundo. En ese sentido fui un auténtico privilegiado. Como le quería y le quiero. Los recuerdos de la niñez sabes que no se olvidan nunca y él nos dedicó mucho tiempo y nos dio mucho cariño. Jugábamos con él a los bolos (hechos por él) en el verano, íbamos a bañarnos al Sotiquín con él, en el invierno en la cocina grandes briscas y todos aquelllos momentos vividos, son imborrables.