■ El Ayuntamiento avisa de que, por la dirección del viento de estos días, procede de San Andrés.
■ Se descartan las depuradoras, la red de saneamiento, fuentes y jardines, que no se han abonado.
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Un hombre se tapa ayer tarde la nariz en el centro de la capital leonesa.
javier quintana
Noticias relacionadasLas causas del hedor
«En algún lugar puede darse una fermentación potente bajo el suelo»
n. gonzález / a. caballero León 12/01/2012
La epidemia que invade todas las tardes, desde el lunes, la ciudad y varias zonas del alfoz todavía no tiene foco localizado. Ese olor, «como a estiércol fermentado», según se comenta en cada esquina, que llena las calles e incluso las tiendas de rebajas y grandes superficies comerciales de mascarillas improvisadas con la palma de la mano cuando cae el sol. Entonces, se levanta el hedor que persiguen «sin pistas aún» las policías locales de la capital y San Andrés del Rabanadeo, además del Seprona de la Guardia Civil, que ha abierto una investigación para dar con el origen del problema que entretiene charlas de vecinos y alimenta especulaciones. «Desde que salí de trabajar en Villacedré lo noté y, al llegar a casa, como seguía, hasta me miré los zapatos por si había pisado algo», comentaba Fernando. «Pues yo, como vivo en frente del parque de Juan Morano, lo primero que pensé fue que vaya hora más rara que escogían para ponerse a abonar», abundaba Sara. «Lo que está claro es que huele como cuando preparaba yo la tierra para plantar las cebollas», remataba Miguel el coro.
«Lo único que parece que tenemos descartado por ahora es que sea dentro del término municipal de León. Pudiera ser proveniente de alguna granja agropecuaria del alfoz», informó el portavoz del equipo de gobierno del Ayuntamiento, José María López Benito, después del rastreo que se ha hecho. «Ni la depuradora de Antibióticos, ni la depuradora de Saleal, que tendrían otro tipo de olor, más ácido, ni las fuentes, ni tampoco los jardines porque no se está abonando, ni un posible vertido de una empresa a la red de saneamiento como confirman los técnicos», ratificó el edil, que preside la mancomunidad que regula toda la red de saneamiento de León y el área metropolitana.
La pista se sigue en San Andrés del Rabanedo, según la dirección de la leve brisa de noroeste que se ha registrado estos días. Pero ahí, la Policía Local también ha inspeccionado «todo el entorno urbano e industrial, por si pudiera haber sido en una empresa, y también las zonas rurales de fincas». «Hasta se ha mirado si tenemos reservas de abono en el Ayuntamiento, pero tampoco. No hay nada susceptible de originar ese hedor», señalaron desde el consistorio, que mantiene abierta la búsqueda.
El olor se reparte sin criterio por las calles, sin afectar a todas las zonas o con cambios en función del día. Donde el lunes tiraba el tufo con fuerza, como en el centro de la capital, ayer había remitido la intensidad del hedor, aunque sin desaparecer.
Una epidemia que ha invadido León y para la que los expertos prescriben una cura infalible: «Cuando llueva un poco esto se irá».
■ Se descartan las depuradoras, la red de saneamiento, fuentes y jardines, que no se han abonado.
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Un hombre se tapa ayer tarde la nariz en el centro de la capital leonesa.
javier quintana
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«En algún lugar puede darse una fermentación potente bajo el suelo»
n. gonzález / a. caballero León 12/01/2012
La epidemia que invade todas las tardes, desde el lunes, la ciudad y varias zonas del alfoz todavía no tiene foco localizado. Ese olor, «como a estiércol fermentado», según se comenta en cada esquina, que llena las calles e incluso las tiendas de rebajas y grandes superficies comerciales de mascarillas improvisadas con la palma de la mano cuando cae el sol. Entonces, se levanta el hedor que persiguen «sin pistas aún» las policías locales de la capital y San Andrés del Rabanadeo, además del Seprona de la Guardia Civil, que ha abierto una investigación para dar con el origen del problema que entretiene charlas de vecinos y alimenta especulaciones. «Desde que salí de trabajar en Villacedré lo noté y, al llegar a casa, como seguía, hasta me miré los zapatos por si había pisado algo», comentaba Fernando. «Pues yo, como vivo en frente del parque de Juan Morano, lo primero que pensé fue que vaya hora más rara que escogían para ponerse a abonar», abundaba Sara. «Lo que está claro es que huele como cuando preparaba yo la tierra para plantar las cebollas», remataba Miguel el coro.
«Lo único que parece que tenemos descartado por ahora es que sea dentro del término municipal de León. Pudiera ser proveniente de alguna granja agropecuaria del alfoz», informó el portavoz del equipo de gobierno del Ayuntamiento, José María López Benito, después del rastreo que se ha hecho. «Ni la depuradora de Antibióticos, ni la depuradora de Saleal, que tendrían otro tipo de olor, más ácido, ni las fuentes, ni tampoco los jardines porque no se está abonando, ni un posible vertido de una empresa a la red de saneamiento como confirman los técnicos», ratificó el edil, que preside la mancomunidad que regula toda la red de saneamiento de León y el área metropolitana.
La pista se sigue en San Andrés del Rabanedo, según la dirección de la leve brisa de noroeste que se ha registrado estos días. Pero ahí, la Policía Local también ha inspeccionado «todo el entorno urbano e industrial, por si pudiera haber sido en una empresa, y también las zonas rurales de fincas». «Hasta se ha mirado si tenemos reservas de abono en el Ayuntamiento, pero tampoco. No hay nada susceptible de originar ese hedor», señalaron desde el consistorio, que mantiene abierta la búsqueda.
El olor se reparte sin criterio por las calles, sin afectar a todas las zonas o con cambios en función del día. Donde el lunes tiraba el tufo con fuerza, como en el centro de la capital, ayer había remitido la intensidad del hedor, aunque sin desaparecer.
Una epidemia que ha invadido León y para la que los expertos prescriben una cura infalible: «Cuando llueva un poco esto se irá».
