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CANALES: m. a. zamora / a. caballero león 13/01/2012...

m. a. zamora / a. caballero león 13/01/2012

La cuarta tarde con olor a boñiga en las calles de León se cerró con la investigación todavía más acotada. Descartadas las depuradoras de Antibióticos y la mancomunidad de la capital y su alfoz, revisada la red de saneamiento sin encontrar rastro de vertido alguno que pudiera emitir la peste, rechazada la hipótesis que lo vinculaba al funcionamiento de las fuentes y comprobado que los jardines no se han abonado, las pesquisas fijaron el foco sobre las granjas agropecuarias del entorno. Una revisión que, a última hora de la tarde, todavía no permitía confirmar al Seprona de la Guardia Civil que el hedor se debiera a una explotación en concreto, pero que cerraba el cerco sobre varias fincas a escasos kilómetros al norte de la capital, una de ellas en el municipio de San Andrés del Rabanedo, en las que había extendidas toneladas de boñiga de vaca.

El tradicional método de preparación de la tierra para próximas siembras queda como única línea de investigación abierta, tanto por parte de las policías locales de León y San Andrés como por el Seprona de la Guardia Civil. Todas los indicios puestos en común coinciden en que el origen de la peste es animal, debido a la fermentación de los excrementos de vacuno, primero acumulados en la explotación agropecuaria y con posterioridad extendidos por una finca para crear manto.

Lo que no pasa de actividad ordinaria agroganadera en León, asentada durante siglos, ha tomado notoriedad al confluir con el ciclo meteorológico de las últimas semanas. A la falta de lluvias, que hace que el terreno permanezca seco en exceso, se suma que la temperatura al caer la tarde, cuando se nota el hedor en la ciudad, espesa más el aire, lo que se traduce en una circulación cercana al suelo. Un cóctel de factores, sin vientos fuertes que dispersen el olor, que favorece la fermentación irregular y descontrolada que registran las fincas y que, incluso, puede afectar a las aguas subterráneas, según explicó el catedrático de Física Aplicada de la Universidad de León, José Luis Sánchez.

La solución pasa por que se alteren estos condicionantes. Por encima de todo, la aparición de lluvias, que devolvería la normalidad a las fincas. Un fenómeno previsto para el domingo o el lunes.