Un fuerte abrazo, amigo Carlos. Un beso pa Neli. A cuidarse y hasta más coincidir.
Como recuerdo cuando Lamidelmina me mandaba al Maná a por "recaos". Una vez llegaba a casa, siempre sonaba la misma canción: o mal las vueltas o faltaban los puntos pa la cartilla de un par de cazuelas. Una vez las cosas así, llamada telefónica al canto y más o menos siempre se oía: Neli, mujer ¡que estuvo ahí el guaje mío y como está atontao (y era verdad) no le diste los puntos. Pa´llá te lo mando otra vez con la nota, ay.... cuando espabilará......
Yo pasaba el puente con un ritmo animoso, pero iba en tan buena compañía, que en pleno disfrute, todo lo otro quedaba "pa prao". Casa las Teresas, Neli, Casa Paco, la Farmacia, Virgilio, Luciano..... aquello era mucho trajín, pa tan buen ambiente, y mientras tanto cruza que cruza, que como cruzaba el puente.
Había una mocina en La Magdalena que a mí siempre me gustó, pero yo sabía muy bien que aquello era demasio arroz pa un pollo y cuando pasaba a su lado, se me ponían los nervios de punta, mientras se me atravesaba la bicicleta. Vista a la derecha, vista a la izquierda, frenazo que te pego y el de atrás que me vino encima. Aquella bolsa con naranjas y demás......... carretera abajo y olé. A sus pies dulce dama y seguiremos informando.
Saludos cordiales.
Como recuerdo cuando Lamidelmina me mandaba al Maná a por "recaos". Una vez llegaba a casa, siempre sonaba la misma canción: o mal las vueltas o faltaban los puntos pa la cartilla de un par de cazuelas. Una vez las cosas así, llamada telefónica al canto y más o menos siempre se oía: Neli, mujer ¡que estuvo ahí el guaje mío y como está atontao (y era verdad) no le diste los puntos. Pa´llá te lo mando otra vez con la nota, ay.... cuando espabilará......
Yo pasaba el puente con un ritmo animoso, pero iba en tan buena compañía, que en pleno disfrute, todo lo otro quedaba "pa prao". Casa las Teresas, Neli, Casa Paco, la Farmacia, Virgilio, Luciano..... aquello era mucho trajín, pa tan buen ambiente, y mientras tanto cruza que cruza, que como cruzaba el puente.
Había una mocina en La Magdalena que a mí siempre me gustó, pero yo sabía muy bien que aquello era demasio arroz pa un pollo y cuando pasaba a su lado, se me ponían los nervios de punta, mientras se me atravesaba la bicicleta. Vista a la derecha, vista a la izquierda, frenazo que te pego y el de atrás que me vino encima. Aquella bolsa con naranjas y demás......... carretera abajo y olé. A sus pies dulce dama y seguiremos informando.
Saludos cordiales.
Jajajaaaaaaaaaaaaaaaaaa y ahora nos quedamos elucubrando quien sería la afortunada mocina que gozaba de tu devoción.