Se perdona mientras se ama.
Enseñemos a perdonar; pero enseñemos también a no ofender. Sería más eficiente.
Perdonamos fácilmente a nuestros amigos los defectos en que nada nos afectan.
El hombre crece cuando se arrodilla.
Vencer y perdonar, es vencer dos veces.
Nunca vaciles en tender la mano; nunca titubees en aceptar la mano que otro te tiende.
Lo que más odio es que me pidan perdón antes de pisarme.