CANALES: Es más fácil perdonar a un enemigo que a un amigo.

A falta de perdón, deja venir el olvido.

Perdona siempre a los demás, nunca a ti mismo.

Conceder el perdón es el más alto grado de vanidad o de miedo.

Nada envalentona tanto al pecador como el perdón.

Es más fácil perdonar a un enemigo que a un amigo.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Una madre perdona siempre: ha venido al mundo para esto.