No se desea lo que no se conoce.
El deseo vence al miedo.
Los deseos del joven muestran las futuras virtudes del hombre.
Los deseos deben obedecer a la razón.
Donde acaba el deseo comienza el temor.
Toda la actividad humana está motivada por el deseo o el impulso.
El que se alimenta de deseos reprimidos finalmente se pudre.