La realidad es que los éxitos se los llevan los fuertes y el fracaso los débiles, y eso es todo.
Más de uno le debe el éxito a su primera esposa, y su segunda esposa a su éxito.
El éxito les parece lo más dulce a aquellos que no alcanzaron el éxito.
La llave del éxito es el conocimiento del valor de las cosas.
Un tonto nunca se repone de un éxito.