Caperucita se comió al lobo. Confirmado. Vamos a ver como términa ahora el cuento.
Más vale honra sin barcos, que barcos sin honra. O algo parecido, que no están las cosas para clarificar lo de entre el honor y el dinero, lo segundo es lo primero.
Más vale honra sin baNcos, que baNcos sin honra.