He leido estos días, cosas preciosas, he vivido momentos de emoción difícilmente explicables y he visto el dolor de nuestra Pilarina, David Diego, y el resto de la familia. Ahora viene la segunda parte que ya es de vivencias personales muy íntimas, que sé que van a afrontar con valentía y solvencia.
Para Toño, simplemente desear que se haga realidad esa fé y esa esperanza que vivía.
Para Toño, simplemente desear que se haga realidad esa fé y esa esperanza que vivía.