Pues esto le ocurrió a una pulga que estaba muerta de frío la pobre. Le pidió consejo a otra mucho más sabia y ésta le comentó: Hay que tener vista, colega. Tu métete en la parte más íntima de una mujer, verás que calentín se está allí.
Como en cualquier buen chiste, pasó un mes y se volvieron a encontrar de nuevo. Que tal Sofi, probaste aquello que te comenté? Sí
Flora, sí. Yo hice lo que tu me dijiste y el primer día estupendo, pero me dormí y a la mañana siguiente depierto y amanecí en el bigote
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