Nuestras vidas no están en manos de los dioses, sino en manos de nuestros cocineros.
La suerte de las naciones depende de su manera de alimentarse.
Un postre sin queso es como una doncella hermosa, pero tuerta.
Lo que distingue al hombre inteligente de los animales es el modo de comer.
Dime lo que comes y te diré quién eres.
En la mesa nadie se aburre durante la primera hora.
Da lo que tienes para que merezcas recibir lo que te falta.