Eloy, Nahúm, Próculo, Evasio, Teocleto, Leoncio, Castriciano, Agerico, Ansano, Natalia, Landoaldo, Amancio, Lucio, Rogato, Casiano, Diodoro, Florencia.
Al padre que le ponga a su hijo Próculo hay que hacerle un monumento.
Me imagino a la pobre madre dándole sus primeros biberones:
Vamos Proculito hijo, vamos......................... verás que...... no sigo que la noche me confunde.
Vamos Proculito hijo, vamos......................... verás que...... no sigo que la noche me confunde.
Jajaja, espero que no haya ningún Proculito leyendo.
Si fuera o fuese así, el máximo respeto en ese sentido, por favor.
Menos mal que en otros tiempos, los nombres, no tendrían el sentido que les damos ahora.