Pues si Carlos, según mi madre, los mozos se ponían unos cencerros en la cintura, cuatro o cinco, con los que corrían de un lado para otro haciéndolos sonar. Por el
monte hacían
hogueras, y tanbién a los lados de la caretera. Los Reyes Magos no los veian porque llegaban cuando dormían. En su
casa, en una
ventana pequeña que había en el cuarto, dejaban
nueces,
castañas, avellanas y algún confite. Mi madre en una ocasión sintió ruido y se acercó a la ventana, vio a los reyes y no dijo nada, hasta al
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