Y seguimos con algunas " COPLAS DE ANDAR POR CASA":
TORMENTA
Aquí cayó la tormenta,
cruel y rápida, bramando.
Todos quedamos llorando
porque perdimos la cuenta
que nos venía desvelando.
ASI ME DUERMO Y ME AGITO
Asi me duermo y me agito
en el insomnio acostado;
no quiero perder mi sitio
en este recuerdo amado.
Quiero la vega y el rio
y los verdes secadales
y los regachos sonbríos
y los turcios abertales,
y los llanos que nos vienen
de abolorios y de herencias
y las minas que nos tienen
doloridas las conciencias,
y la pila bautismal
de recia roca labrada
y el Cristo de faz sangrada
color de trigo candeal.
MAQUILA
Umbria de los molinos
con maquila por alto.
Ojos claros, matutinos
y fiebres con sobresalto.
VIENTOS TURBADOS
Así los tiempos pasaron,
las avecillas murieron,
rescoldos que se apagaron
y ultrajes que enrojecieron.
Vinieron por lontananza
vientos turbado y fieros
y se agotó la esperanza
en los amados senderos.
SOLEDADES QUE YO QUIERO
Soledades que yo quiero,
curas de mi mal, amables,
aquí estoy con mi hombre entero,
tan desnudo y verdadero,
y las pobres cuentas... pasables.
AL RESCOLDO REVIVIDO
Al rescoldo revivido
del abolorio volvemos.
¡Oh dulce hontanar querido!
¡Oh mi sed de amor dolido
en esta paz que perdemos.
LA ROSA ME SALE AL PASO
La rosa me sale al paso
con su inmensa lozanía,
seductora. Por si acaso
no la toco, aun siendo mía.
LOS CAMINOS DEL VIVIR
loa caminos del vivir
son un laberinto incierto,
todo es ir, todo es venir,
pero hay un atajo cierto
donde luchar y morir.
VECERAS
Fatiga de los pastores,
veceras de cada día,
ovejas de tus sudores
y cabras de tus porfías.
LOS HITOS DE MI MONTAÑA
Los hitos de mi montaña
me enseñaron a pensar;
pensé que poco se piensa,
pensé qué bueno es pensar.
Éstas son algunas coplas de D. Florentino. Las ha dividido en tres grupos.
Coplas de mis buenas gentes, Coplas de mis lugares, y Coplas de mis pensamientos. Quedan más, pero he intentado hacer un resumen de las que ha dedicado a al pueblo, sus gentes, su Cristo, y sobre todo a la Virgen de la Piedad, de quien era un fiel devoto, pero eso pertenecia como decia él, a su vida personal e íntima.
TORMENTA
Aquí cayó la tormenta,
cruel y rápida, bramando.
Todos quedamos llorando
porque perdimos la cuenta
que nos venía desvelando.
ASI ME DUERMO Y ME AGITO
Asi me duermo y me agito
en el insomnio acostado;
no quiero perder mi sitio
en este recuerdo amado.
Quiero la vega y el rio
y los verdes secadales
y los regachos sonbríos
y los turcios abertales,
y los llanos que nos vienen
de abolorios y de herencias
y las minas que nos tienen
doloridas las conciencias,
y la pila bautismal
de recia roca labrada
y el Cristo de faz sangrada
color de trigo candeal.
MAQUILA
Umbria de los molinos
con maquila por alto.
Ojos claros, matutinos
y fiebres con sobresalto.
VIENTOS TURBADOS
Así los tiempos pasaron,
las avecillas murieron,
rescoldos que se apagaron
y ultrajes que enrojecieron.
Vinieron por lontananza
vientos turbado y fieros
y se agotó la esperanza
en los amados senderos.
SOLEDADES QUE YO QUIERO
Soledades que yo quiero,
curas de mi mal, amables,
aquí estoy con mi hombre entero,
tan desnudo y verdadero,
y las pobres cuentas... pasables.
AL RESCOLDO REVIVIDO
Al rescoldo revivido
del abolorio volvemos.
¡Oh dulce hontanar querido!
¡Oh mi sed de amor dolido
en esta paz que perdemos.
LA ROSA ME SALE AL PASO
La rosa me sale al paso
con su inmensa lozanía,
seductora. Por si acaso
no la toco, aun siendo mía.
LOS CAMINOS DEL VIVIR
loa caminos del vivir
son un laberinto incierto,
todo es ir, todo es venir,
pero hay un atajo cierto
donde luchar y morir.
VECERAS
Fatiga de los pastores,
veceras de cada día,
ovejas de tus sudores
y cabras de tus porfías.
LOS HITOS DE MI MONTAÑA
Los hitos de mi montaña
me enseñaron a pensar;
pensé que poco se piensa,
pensé qué bueno es pensar.
Éstas son algunas coplas de D. Florentino. Las ha dividido en tres grupos.
Coplas de mis buenas gentes, Coplas de mis lugares, y Coplas de mis pensamientos. Quedan más, pero he intentado hacer un resumen de las que ha dedicado a al pueblo, sus gentes, su Cristo, y sobre todo a la Virgen de la Piedad, de quien era un fiel devoto, pero eso pertenecia como decia él, a su vida personal e íntima.