Dulce Madre, no apartes nunca de nosotros tu piadosa mirada, arrópanos con tu cálido manto y fortalece, cuida y ayuda a los más necesitados.
¡Me uno a la petición de Manuela, y a la vez, con vuestro permiso, voy añadir uno más a la lista, aunque quizá en este momento es ya tarde. Uno de los médicos de esta centro de Salud, que hace guardias, y que a veces sustituía a nuestro médico, está muy grave. Los vecinos sabemos que no solo es un buen profesional, sino un médico muy humano, su alegría es contagiosa, y su forma de atender al paciente contagiaba ese ánimo que tenía, siempre positivo.
Por Mario, Madre, te pedimos... si es posible.
Por Mario, Madre, te pedimos... si es posible.
Naye me alegro leerte espero estes bien, y pedimos por ese vecino a nuestra madre que oiga nuestras peticiones