El hombre tiene el amor por ala, y el deseo por yugo
Prohibir algo es despertar el deseo.
Normalmente sólo vemos lo que queremos ver; tanto es así, que a veces lo vemos donde no está.
Los deseos se tienen, no se piden. Lo que se pide es el objeto del deseo.
El deseo y la felicidad no pueden vivir juntos.