Tengo gustos simples. Me satisfago con lo mejor.
Las tres cosas que más me gustan en el mundo son el silencio, la soledad y los espacios vacíos.
Al hombre de cada siglo le salva un grupo de hombres que se oponen a sus gustos.
El hambre suele producir poemas inmortales. La abundancia, únicamente indigestiones y torpezas.
La mejor salsa es el hambre.
El hambre espía en la casa de los pobres, pero si la habitan personas trabajadoras, no se atreve a entrar.
No se graban tanto mil palabras como un solo hecho.