Es inútil toda polémica si no hay esperanza de que resulte provechosa.
El primero de nuestros deberes es poner en claro cuál es nuestra idea del deber.
Si haces lo que no debes, deberás sufrir lo que no mereces.
Es deber aquello que exigimos de los demás.
El que no piensa en sus deberes sino cuando se los recuerdan, no es digno de estimación.