Y, llegan Fray Pana, Fray Alegutal y Fray Nieto (de Rosales, por supuesto) el latín lo dominaban bien, pero como es una lengua muerta, pues tampoco vamos a ponernos críticos, pero el decálogo, el Cabra Cabrate, y las explicaciones lo dominaban muy bien, y no precisamente por practicarlos, que anda que no han ensayado y le han dedicado tiempo y cariño. Al final se fueron con el saco lleno de billetes, una hogaza y un montón de aplausos, porque fue una carcajada constante su actuación. Alguno se llevó algo más al día siguiente, suertudo, ja, ja, ja
Y, Ana, perfecta en su papel.
Si me he olvidado del algo, pido disculpas, que ya sé que a veces somos injustos cuando se pormenoriza. Que también hubo tramoyistas, decoradores, regidores y directores musicales y de escena. Ah! y todito, todito quedó grabado, gracias al trabajo de los ALEJANDROS, padre e hijo, que tuvieron como crítico (musical, que de eso sabe un montón) a Luis (Lugoti)
Y, hablando de grabar... Emilio, que tantas horas, tienen que tener un resumencito para los qaue hemos estado dando la lata por ahí. Lo esperamos.