Ayer despedimos a Varín y como no podía ser de otra manera, debido a su calidad humana, al funeral asistió mucha gente querida, gente amiga, gente conocida.
En una misa más que emotiva, como la ocasión lo requería, nuestra amiga Gemma leyó unas palabras cargadas de total realismo, muy centradas, muy bonitas. Supo demostrar a la perfección y con una gran entereza, que es una gran amiga, muy cercana siempre a Álvaro y Ana. Gracias Gemma, lograste que todos vibráramos con tus palabras, mientras nuestros ojos se humedecían inevitablemente.
Querido Calecho, estamos tristes, estamos tocados pero la vida sigue y no queda otra que, poco a poco, ir levantando el vuelo.
Son días difíciles los que nos están tocando pasar.
Los sentimientos deben ser manifestados y cuando ésto sucede en grupo, mientras Varín está en la mente de todos, nos mantiene más unidos. Ayer intentamos darle el último adios en el cementerio con un "pendonero, pendonero", ya que Ana así lo sugirió y la idea fue preciosa, pero nuestros nudos, nuestro ahogo, nuestra desbordada emoción, no supieron acompañarnos y no pudimos llevarlo a cabo. Seguro que otras ocasiones habrá para dedicarle a Varín este singular y modesto homenaje.
Mil gracias a tod@s por estar ahí en estos duros momentos.
En una misa más que emotiva, como la ocasión lo requería, nuestra amiga Gemma leyó unas palabras cargadas de total realismo, muy centradas, muy bonitas. Supo demostrar a la perfección y con una gran entereza, que es una gran amiga, muy cercana siempre a Álvaro y Ana. Gracias Gemma, lograste que todos vibráramos con tus palabras, mientras nuestros ojos se humedecían inevitablemente.
Querido Calecho, estamos tristes, estamos tocados pero la vida sigue y no queda otra que, poco a poco, ir levantando el vuelo.
Son días difíciles los que nos están tocando pasar.
Los sentimientos deben ser manifestados y cuando ésto sucede en grupo, mientras Varín está en la mente de todos, nos mantiene más unidos. Ayer intentamos darle el último adios en el cementerio con un "pendonero, pendonero", ya que Ana así lo sugirió y la idea fue preciosa, pero nuestros nudos, nuestro ahogo, nuestra desbordada emoción, no supieron acompañarnos y no pudimos llevarlo a cabo. Seguro que otras ocasiones habrá para dedicarle a Varín este singular y modesto homenaje.
Mil gracias a tod@s por estar ahí en estos duros momentos.