Luz y gas para ti

CANALES: Muchas gracias Octavio por enriquecer nuestro Calecho...

Un hombre pende en la cruz,
parece muy dolorido,
quisiera yo desclavarlo
y así poderlo bajarlo
del madero al que está unido,
para poder aliviar
ese lento suspirar
que lo tiene allí, cautivo,
agonizante y herido,
sin fuerzas para exclamar
una súplica de auxilio,
sin sangre que derramar
ese cuerpo escarnecido.
Sus lágrimas ya no están,
de su rostro ya han partido,
su mirar ya no es mirar,
de tanta pena afligido.
Cae su cabello entre espinas,
cómo torrente en delirio
que retumba sin pensar,
sin poder apaciguar
el rumbo de su destino.
Ese río que al pasar,
de Santibáñez venido,
sin poderse sujetar,
el llanto deja escapar,
al contemplar su martirio,
dispuesto cómo aquí estás
entre tu madre, azucena,
consumida por la pena,
y al otro lado llorando,
María La Magdalena,
rebosantes de aflicción,
destrozado el corazón,
observando el estertor,
al ver al ser más querido
que expirando a punto está,
si haber mal cometido,
sin delito conocido,
sólo curando el dolor
con su mano de mendigo.
Es El Cristo de El Castillo,
escuálido y consumido,
aterido por el frío
de esos inviernos tan crueles
que se meten por las hieles
y duran casi infinito.
Pero no temas Señor,
que en Manzaneda de Omaña,
una dama de esplendor,
te está tejiendo de lana,
haciéndolo con gran maña,
una túnica de amor.
Aquí lo veis en la hermita
y a contempladlo, venid
que es la fiesta hoy prescrita
y El os quiere recibir.
De paja su techo estaba,
cuando de niño jugaba,
alrededor de este bién,
que Los Valcárcel nos dieron
y por eso ellos pusieron
la humidad a flor de piel.
Las gracia damos fervientes
a una señora querida
que le dió una nueva vida
a esta capilla yacente,
pués abajo se venía
de forma tan evidente
que no sé si existiría
sin su mano tan clemente.

Septiembre y 14 es,
y un homenaje brindamos,
pués con ello recordamos
a un Cristo tan Omañés.

Octavio (Tavines). Festividad del Bendito Cristo en El Castillo. 14 de Septiembre 20013.

Pilarina: Te mando un beso muy, muy fuerte y te doy todos mis ánimos, acompañándote con todo mi corazón en el dolor por el que has pasado.

Muchas gracias Octavio por enriquecer nuestro Calecho con estos bonitos versos y por esos animos que me mandas. Aqui siempre seras bien recibido y tendras un sitin para sentarte en el escaño siempre que quieras. Un abrazo