Que contentos veníamos y es que antes pocas
excursiones se hacían. Era todo una novedad hacer una
excursión en autocar. Recuerdo que eran muy alegres se cantaba sin parar y después de haber oído misa como prestaba
comprar los perdones (que eran unas avellanas) y todos juntos ir a
comer la merienda y compartirla con los demás. Como ahora lo hacemos en el Calecho. Aquellas meriendas las recuerdo como las mejores, no faltaba el pollo de
corral la tortilla y el buen embutido de cada
casa y las empanadillas
... (ver texto completo)